La mentalidad de crecimiento es aquella en la que se tiene la certeza de obtener nuevas habilidades con la práctica y enfoque correcto.
Esto toma total relevancia en la ejecución del plan de la empresa y los retos que surjan en el proceso.
Tener una mentalidad de crecimiento no es algo con lo que se nace, sino que se tiene que ir desarrollando en el día a día.
Para ello, además de los recursos con los que contamos en AVIA, también recomendamos el libro Mindset, de la doctora Carol Dweck, una guía práctica para crear un ambiente empresarial hacia ello.
Es importante resaltar que en las empresas no hay etapas de crecimiento, sino etapas de alta demanda y etapas de baja demanda, pero lo que sí hay es mentalidad de crecimiento.
¿Y por qué es necesario trabajarla? Aquí te lo contamos.
Diferencias entre mentalidad de crecimiento vs mentalidad fija
Quienes poseen estos tipos de mentalidades claramente reaccionan de diferentes maneras en similares circunstancias dentro de una organización.
Ante nuevos desafíos, la persona de mentalidad fija tiende a detenerse o sacarle la vuelta.
En cambio, quien cuenta con mentalidad de crecimiento los enfrenta y reacciona con gran disposición a resolver nuevos problemas.
Estos últimos son más dados a brindar un esfuerzo extra para encontrar soluciones y sacar el proyecto adelante, algo que es impensable para el de mentalidad fija, quien solo está a la espera de su hora de salida para huir corriendo.
Al momento de recibir retroalimentación, la persona de mentalidad fija le entra por un oído y le sale por otro.
Por su parte, quien tiene mentalidad de crecimiento la aprecia y agradece.
El riesgo de trabajar con equipos de mentalidad fija
En nuestra experiencia apoyando a empresas en la ejecución de sus planes hemos notado que las personas con mentalidad fija muestran cierta resistencia a los cambios.
Y cuando alguien dentro de la empresa tiene éxito en una actividad o tarea especializada, son los de mentalidad fija los que se sienten amenazados y optan por no compartir sus conocimientos en favor de la empresa.
A diferencia de las personas con mentalidad de crecimiento, que se inspiran en sus compañeros exitosos y les piden ayuda para lograr el mismo resultado.
De ahí la importancia de trabajar en un proceso para crear una cultura de crecimiento en nuestra empresa.
De esta manera podrás tomar ventajas de etapas donde hay alta demanda, pero también enfrentar de una manera óptima y muy productiva las etapas de baja demanda.
Te invitamos a instalar la mentalidad de crecimiento en tu equipo como parte de la cultura de ejecución para lograr mejores resultados en la empresa.
La confianza basada en vulnerabilidad es un buen inicio para construir esta mentalidad. Por ello ponemos a tu disposición dos ejercicios prácticos para fomentarla: